27/11/10

NAVIDAD.

Vincenzo Morani, Pranzo in campagna, 1858
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Al llegar la medianoche
y romper en llanto el Niño,
las cien bestias despertaron
y el establo se hizo vivo…

y se fueron acercando
y alargaron hasta el Niño
sus cien cuellos, anhelantes
como un bosque sacudido.

Bajó un buey su aliento al rostro
y se lo exhaló sin ruido,
y sus ojos fueron tiernos,
como llenos de rocío…

Una oveja lo frotaba
contra su vellón suavísimo,
y las manos le lamían,
en cuclillas, dos cabritos…

Las paredes del establo
se cubrieron sin sentirlo
de faisanes y de ocas
y de gallos y de mirlos.

Los faisanes descendieron
y pasaban sobre el Niño
su ancha cola de colores;
y las ocas de anchos picos

arreglábanle las pajas;
y el enjambre de los mirlos
era un vuelo palpitante
sobre el recién nacido…

Y la Virgen entre el bosque
de los cuernos, sin sentido,
agitada iba y venía
sin poder tomar al Niño.

Y José sonriendo iba
acercándose en su auxilio…
¡Y era como un bosque todo
el establo conmovido!


Gabriela Mistral (1889-1957)




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♥Zyla♥Rose

20/11/10

Beberte.


Amor, si fueras aire y respirarte.


Y si fueras, Amor, vino y beberte.
Si fueras sombra para no perderte.
O si fueras camino y caminarte.
Amor, fueras cantar para cantarte.
Fueras hilo en mis manos y tejerte.
Que mi alimento fueras y comerte.
Si fueras tierra, Amor, para labrarte.
Si fueras para más que para amarte:
Amor, Amor, Amor, si fueras muerte.

Manuel José Arce.
♥Zyla♥Rose

15/11/10

Enamorados.


Juan Alonso Garzón
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• ¡Oh, cuál te adoro! con la luz del día
• tu nombre invoco apasionada y triste,
• y cuando el cielo en sombras se reviste
• aun te llama exaltada el alma mía.
• Tú eres el tiempo que mis horas guía,
• tú eres la idea que a mi mente asiste,
• porque en ti se concentra cuanto existe,
• mi pasión, mi esperanza, mi poesía.
• No hay canto que igualar pueda a tu acento
• cuando tu amor me cuentas y deliras
• revelando la fe de tu contento;
• Tiemblo a tu voz y tiemblo si me miras,
• y quisiera exhalar mi último aliento
• abrasada en el aire que respiras.

o Carolina Coronado Romero de Tejada (1820-1911)


♥Zyla♥Rose

9/11/10

Eso que llamas


Eso que llamas luto
puede ser sencillamente
el nombre de otro dolor
más profundo.
Ni siempre las palabras
dicen lo que dice su sentido.
Son a veces
máscaras perfectas,
otras como sudarios,
rostros esculpidos
en el mármol de las lágrimas.
Son unas veces
parábolas;
otras,
palinodias.
Palimpsestos.

Albano Martins
(traducción de Jesús J. Barquet)
Melancholy, Virgil Elliot


♥Zyla♥Rose

3/11/10

Tu cuerpo que deseo y que rechazo mi voluntad domina


• Tu cuerpo que deseo y que rechazo
• mi voluntad domina. Como el vino
• mi mente turba, excita y reconforta.
• Después, saciado, siento oscuramente
• vergüenza del placer así logrado.
• Mas al cabo de un tiempo, tu apetencia
• resurge en mí acuciante y desespero
• y te busco si no te hallo cercana.
• No eres joven ni hermosa, sin embargo.
• Pero he de conseguirte nuevamente.
• A ti, aunque se me ofrezcan las más bellas.
• Y no me importa entonces el orgullo,
• vileza, sumisión o servilismo.
• Embriagarme en tu cuerpo es lo que importa.
• Mi voluntad domina. Como el vino
• que la garganta exige, imprescindible,
• necesito obtener, poseer tu cuerpo:
• esta dosis que viaja hacia mí mismo.

José María Fonollosa






Pinturas: Nicoletta Tomas Caravia
♥Zyla♥Rose