23/12/10

Alma y piel

La piel tiene un alma
que a veces se esconde…,
que huye del embate de los sentidos,
para no sucumbir ante el deseo
de revestirse de carne…,
de olvidar la propia esencia
y volver a los rudimentos…,
al origen de la propia existencia,
cuando en la gloria del Edén,
fuimos cuerpo antes que alma.

La piel tiene un alma que contempla,
en cómplice y placentero silencio,
el lecho de su propia muerte…,
la danza entre la lujuria del vientre
y el recuerdo de palabras obscenas,
que en ritmo de gemidos y lamentos,
dan vida a una mano que no es la propia,
la envuelven en viscosa humedad
y la bañan en aromas de albahaca…,
de hembra libertina y enamorada.

El alma tiene una piel que se goza,
que vibra cuando las agujas del reloj
marcan las tres menos cuarto…,
saetas que se abren para recibir
el saludo travieso…, lascivo,
de quien le pone voz a la palabra,
de quien aspira a saciar su sed en ella,
para danzar en la fiesta de los instintos
y morir en la medianoche de los versos,
…del amor.

Pintura: Desnudos en la playa (Josep de Togores, Barcelona 1893-1970)
Poema de Verónica Ysela.

♥Zyla♥Rose

15/12/10

Terciopelo y seda


Julio Romero de Torres (1880-1930)


De terciopelo y seda era su cuerpo,
pero no lo vio nadie.

La enseñaron, ya desde pequeña,
a trabajar muy duro y no quejarse.
A levantarse al alba, blanca y fría,
a ser ave sin vuelo, flor sin aire.

Un día marcha a la ciudad inmensa.
Allí conoce a un hombre, uno de tantos,
pequeño y arrogante.
Los hijos le vendrán sin desearlos,
sin desear a nadie.

Y seguirá cosiendo y cocinando.
Es su deber. No lo discute nadie.
La vida va pasando lentamente
detrás de los cristales.

La enseñaron a ser el pan que se cocina,
la mesa que se pone, la ceniza que arde,
y así vivió su triste y corta vida,
ignorada e ignorante
de todas las bellezas de la tierra.

Nunca de la pasión de los sentidos
le hablaron. De cómo un beso
puede encender el aire.
Y una sencilla, dulce melodía,
hasta el cielo elevarte.

Un día se durmió en la vieja mecedora.
Para siempre. Sin haber florecido.
Marchita ya la tez, marchita el alma.
Como tantas mujeres innombrables.

De terciopelo y seda fue su cuerpo
y no lo supo nadie.

Pino Betancor (1928-2003)

♥Zyla♥Rose

6/12/10

Alma y piel


La piel tiene un alma
que a veces se esconde…,
que huye del embate de los sentidos,
para no sucumbir ante el deseo
de revestirse de carne…,
de olvidar la propia esencia
y volver a los rudimentos…,
al origen de la propia existencia,
cuando en la gloria del Edén,
fuimos cuerpo antes que alma.

La piel tiene un alma que contempla,
en cómplice y placentero silencio,
el lecho de su propia muerte…,
la danza entre la lujuria del vientre
y el recuerdo de palabras obscenas,
que en ritmo de gemidos y lamentos,
dan vida a una mano que no es la propia,
la envuelven en viscosa humedad
y la bañan en aromas de albahaca…,
de hembra libertina y enamorada.

El alma tiene una piel que se goza,
que vibra cuando las agujas del reloj
marcan las tres menos cuarto…,
saetas que se abren para recibir
el saludo travieso…, lascivo,
de quien le pone voz a la palabra,
de quien aspira a saciar su sed en ella,
para danzar en la fiesta de los instintos
y morir en la medianoche de los versos,
…del amor.
.

Pintura: Desnudos en la playa (Josep de Togores, Barcelona 1893-1970)
Poema de Verónica Ysela.


♥Zyla♥Rose